martes, 9 de septiembre de 2008

Personajes históricos

En esta ocasión se me ocurrió poner un biografía de Mariquita Sánchez de Thompson. Para hacerla recurrí a wikipedia como fuente de información y a ciertos personajes de la época que me dieron datos de primera mano. Muchos de los datos (el nombre completo de Mariquita, por ejemplo) son ciertos, pero lamentablemente no puedo probar todo lo que van a leer a continuación. Creo que en algún momento voy a seguir investigando a otras personalidades de nuestra historia. La idea es hacer una "construcción de un pasado como justificación de un presente" (tengo 100 años de perdón). A modo de brevísimo resumen les cuento que esta mujer se hizo muy conocida a raíz de haberse negado al casamiento que su padre había arreglado para ella e incluso se casó con un primo segundo. También se la conoce porque en un salón de su casa se tocó por primera vez el Himno Nacional Argentino. Si no me creen, consulten con quien todo lo sabe y todo lo dice: Google. Mariquita en el ocaso de su vida

María Josepha Petrona de Todos los Santos Sánchez de Velazco (nombre completo, como quién dice)[] nació en Buenos Aires el 1º de noviembre de 1786. Sus padres, Cecilio Sánchez de Velazco y Magdalena Trillo, padre y madre respectivamente, tenían pocas esperanzas con respecto a su vida por los malos partos y las muertes prematuras de anteriores hijos que en varios casos se debieron a envenenamiento o “accidental” asfixia. Ésto la convirtió en la única heredera del suntuoso patrimonio familiar, con un gran prontuario, convirtiéndola en un partido apetecible pero sólo por la primera de esas suntuosas características.

Mariquita se formó intelectual y afectivamente en el marco de la rígida apariencia de la sociedad porteña virreinal, es decir, en el caretaje de la época. Era una chica bien, era G.C.U. (Gente Como Uno, ¿viste?). Se especula con que habría utilizado frases que habrían sido precursoras del “tipo nada” o “sho sólo voy a Club F”, o bien, “¿al centro?, que asco, stá sheno de pobres”.

Cuando tenía 14 años su padre la comprometió con Diego del Arco, pariente del primer marido de Magdalena Trillo, y sin ninguna relación con Maradona, el Diego de la Gente. Sin embargo, Mariquita se había enamorado de un primo segundo, Martín Thompson. “Mientras más primo, más le arrimo” era una frase que, según el almacenero, Mariquita solía decir con promiscua e incestuosa frecuencia.

Entretanto, ella había producido un verdadero escándalo al mejor estilo de Nazarena Vélez, y ante su reclamo, un funcionario llamado Jorge Riale se presentó en su casa para explorar su voluntad. “Un sujeto masculino de personalidad curiosa se apersonó en el domicilio de la susodicha persona femenina alias Mariquita”, fue la frase exacta que un policía de la época habría dado a un periodista que también era de ésa época, y a un científico que asegura haber nacido en el año 2054 y que habría llegado al lugar a través de una máquina del tiempo que utiliza un condensador de flujo y 2.000 gigowatts de potencia a través de un MP8.

Volviendo a la visita de Jorge Riale, Mariquita aprovechó para afirmar que su intención era unirse con su primo segundo Thompson. El tercero en cuestión, Diego del Arco, debía soportar una humillación patética, y Mariquita sería depositada en un convento, lugar desde donde habría pervertido a varias mujeres que estaban ahí por oficio y no por obligación. Afortunadamente, tres años después, se le concedió autoridad al virrey para permitir o no los casamientos impedidos por los padres de los novios, pero ya era demasiado tarde para las monjas del convento que despidieron a Mariquita con una fiesta con strippers del Golden y los concursantes de Gran Hermano del año 1804.

La boda de Martín y Mariquita, bendecida por Fray Cayetano Rodríguez, tuvo lugar el 26 de junio de 1805. A diferencia de su madre, ella tuvo cinco buenos partos: cuatro mujeres (Florencia, Clementina, Albina y Magdalena) y un varón (Juan). Éste último, Juan Thompson Sánchez de Thompson fue el creador de una empresa de productos para el cuidado de la salud a la que nombró “Thompson & Thompson”. Su padre, Martín Thompson fue designado “a dedo” (como se acostumbra a hacer en Argentina desde tiempos inmemoriales) para embarcarse en una función diplomática a Estados Unidos, a la edad de 39 años. El Hammer que manejaba Mariquita habría sido conseguido en una de estos viajes de trabajo. El señor murió tres años después regresando a su patria. Sus restos descansan al fondo del océano Atlántico cerca de las costas de Garopaba. Mariquita Sánchez fue al lugar a despedir los restos de su esposo (si es que hubo “restos” y el tiburón no se lo comió completamente). Ella, habría sido la primera turista argentina en esas playas que ahora están de moda.

Pasado un año, cuando comenzaba a “aburrirse”, Mariquita contrajo matrimonio con un joven francés llamado Juan González, cuya conducta le deparó muchos sinsabores que terminaron en separación. De este matrimonio tuvo tres hijos: Julio, Carlos y Enrique.

Otros amigos íntimos de la mujer fueron el ruso William Jackson y el italiano Mirko Stroksi.

Actividad política

Históricamente se ha representado a esta mujer como un personaje más en la historia argentina, relegándola al mero hecho de haber sido representado en un salón de su casa, por primera vez, el Himno Nacional Argentino, la célebre canción de Blas Parera y Vicente López y Planes, el “power trío” de la época. Ellos fueron músicos de mucho éxito, pero a raíz de una sola canción, siendo precursores del llamado “exitismo efímero”, corriente que luego seguirían artistas como Elvis Crespo, Fey, Los ladrones sueltos, entre otros. Volviendo con Mariquita Sánchez de Thompson, fue una de las primeras mujeres argentinas políticamente activas. Su casa de la calle Umquera, hoy calle Florida, acogió a las personalidades de la causa revolucionaria de 1810, atraídas por la hospitalidad de la dueña. Fuentes cercanas a Mariano Moreno aseguran que el afamado político visitaba a Mariquita únicamente por las “macitas con dulce de leche” que preparaba la anfitriona. Cornelio Saavedra fue otro de los ilustres visitantes de la señora, pero según un desconocido testigo, él prefería el café con galletas de coco.

Mariquita era una fina cronista de los sucesos que conformaron luego la historia fundacional de Argentina como república y tenía conciencia de la proyección histórica que podían tener sus escritos, es por ello que se dedicaba a tomar nota de todos los sucesos que acontecían en la época. Lamentablemente, muchos de sus textos se perdieron, fueron robados o simplemente se arruinaron con el paso del tiempo. Sin embargo, para esta biografía he logrado hacer una copia de lo único que queda de su prolífica obra, que la mostraré a continuación:

“Hoy ha sucedido algo increíble cuando Juan José Castelli discutía con el afamado (…) incluso cuando intervino la (…) increpóle, insultóle y escupióle la cara. Testigos afirman que abríale levantádole el dedo mayor cuando (…)”

Lamentablemente es poco lo que quedó de sus libros, pero no dudamos de la riqueza que habría tenido si se hubieran conservado mejor. Se ignora quién fue el que le dijo a Mariquita que así como a las personas y animales, a los libros también conviene conservarlos en formol. Tampoco se sabe como ella fue tan pelotuda como para hacerle caso.

La señora Sánchez de Thompson de González, formó parte de la Sociedad de Beneficiencia, siendo una de las fundadoras, primera secretaria de la institución en 1823 y presidenta de la misma entre 1830 y 1832. Pese a la maratónica escalada jerárquica, sólo se habría acostado con uno de los directivos de dicha sociedad, por lo cuál se cree que la mayor parte de su ascenso se debe a méritos propios. “Ella fue un ícono del ascenso laboral de las mujeres por mérito propio. Yo nunca me acosté con un hombre para tener un mejor puesto”, dijo Mónica Lewisky muchos años después mientras se sacudía la tierra de sus rodillas.

Así, luego de una novelesca vida, Mariquita Sánchez de Thompson (y de González) falleció el 23 de octubre de 1868 en Buenos Aires, a sus casi 83 años de edad, todo un récord para la época.

sábado, 23 de agosto de 2008

Fuerza de Voluntad

Hoy pensé en escribir algo sobre la fuerza de voluntad... pero no tengo ganas. Otro día lo escribo.

lunes, 11 de agosto de 2008

Te extraño

Adentro del bar no hay más contaminación que la de los cigarrillos, no más ruido que el susurro del aire acondicionado. La puerta de vidrio es una invitación a escapar del infierno urbano.

Como si estuviera en penitencia, estoy en la mesa de la última esquina del bar, donde nos sentamos la primera vez que vinimos. Hay dos sillas junto a esta mesa, pero vos no estas acá haciendo tus chistes, diciendo tus frases cariñosas, dando consejos sinceros o hablando de política con la misma calidad del columnista del noticiero de la noche. Sólo me acompaña tu sombra, tu recuerdo, mi soledad.

Le pido al mozo un té de manzanilla, fuerte, sin azúcar. Cuando lo trae, tomo un sorbo y bajo la taza. Te extraño. Parece que fuera ayer la última vez que te vi. Me vienen a la memoria imágenes de tu cara triste, diciendo que así no podías seguir…

Tomo un segundo trago. Te extraño. Y me acuerdo de mi cuerpo congelado cuando me di cuenta de que no querías seguir conmigo. Me dan ganas de volver a ese momento y pegarme una cachetada para poder reaccionar. No te dije nada, me quedé callado, viendo tu cara a punto de llorar, y después tu espalda cerrando la puerta.

Levanto la taza, y tomo un poco más de té para relajarme. Te extraño. Y no te dije nada para que te quedaras conmigo. Ni siquiera te pedí perdón. Y ahora se me ocurren un montón de frases que hubieran convencido a cualquiera de lo mucho que te amaba, que te amo. Pero son tan convincentes como inútiles.

Un nuevo sorbo de té pasa por mi garganta, y yo trato de aflojar la memoria y hacer aflorar los recuerdos. Te extraño. Y recuerdo la primera vez que estuvimos en este bar, en estas sillas. Me acuerdo de la primera vez que te abracé en el cine, y de mi corazón que latía apurado en ese momento. Me acuerdo del primer beso, la primera vez que me dijiste que me amabas, la primera vez que dormimos juntos, la última vez que lo hicimos…

La taza está casi vacía y bajo la cabeza para verla. Ahora que presto atención, me doy cuenta por que pienso que el té es extraño… ¡el mozo me trajo café!

martes, 5 de agosto de 2008

Buena suerte

- ¡Buena suerte! – me dijo un gato negro al cruzar caminado frente a mí, justo en el momento en que agaché la cabeza para pasar por debajo de una escalera.

lunes, 28 de julio de 2008

Se va todo al carajo

No hay absolutamente nada creado por mi en este “post”, “entrada” o simplemente “texto” que están leyendo ahora. Simplemente leí en la página La Internet Apesta (o LIA) la traducción de un texto escrito por un tal David Wong que me dio la pauta de que se está yendo todo al carajo. Básicamente, lo que dice es que en el afán del hombre de hacer mejor la vida de la raza humana la está haciendo más angustiante. Lean ESTO.

Si cuento que justo antes de leer esa obra de arte escuché una canción llamada “El Whisky de Dios” de Zambayoni donde genialmente habla sobre como cada cosa que uno hace puede ser su última acción en la vida, se comprenderá cabalmente la depresión que me agarró. Sin embargo, no sólo recomiendo leer lo de LIA, sino también escuchar esa canción (se puede bajar de Internet). Y no crean que lo hago para deprimir a más personas y no sentirme solo en mi depresión, sino como tratando de dar una cachetada para que reaccionemos. Básicamente, ése es el motivo de esto que esto que estoy escribiendo. PAF.

Nota: El PAF que escribí al final es el sonido onomatopéyico que me salió para una cachetada.

martes, 22 de julio de 2008

Gris

Gris. Era un hermoso día gris. El cielo estaba tapizado por una gran nube gris. El sol que ayer era un soberbio reflector, hoy es un simple e inocuo foquito que apenas se ve atrás de la nube gris. Gris. La gente anda abrigada. Bufandas, camperas, sacos. Negro, azul, marrón. Gris. No hay amarillo ni naranja. Gris. Poca gente afuera. Es un hermoso día gris. La gente odia los días así y no sale. La plaza está casi vacía. Las hamacas se balancean sólo por acción del viento. Se vuela un sombrero. Gris. El hombre que vende maní se está yendo. El jubilado les da migas de pan a las palomas que se amontonan en el suelo como una gran mancha gris. La plaza casi vacía. El cielo gris. Afuera se ve un hermoso día gris con poca gente que camina apurada por el frío. Tomo un sorbo de té bien caliente. Miro por la ventana. Gris. Por suerte. Me tapo hasta el cuello con el acolchado y giro la cabeza para ver el exterior. Gris. Es un hermoso día gris. Yo tengo gripe, y por suerte afuera hay un hermoso día gris. Me daría mucha bronca que haya sol y chicos jugando en la plaza.

Instrucciones para tomar sopa

Leí unos textos escritos por Julio Cortázar y otro de Alejandro Dolina quien se basó, seguramente en el primero para escribir este genial texto. Sin querer ser menos, pero sabiendo a ciencia cierta que lo soy, es que me propuse escribir una guía de instrucciones, que en este caso explican como debe tomarse la sopa. Los dejo solos.

Instrucciones para tomar sopa

Para obtener mayor placer se recomienda conseguir una noche fría. Sin embargo, están quienes disfrutan de tomar sopa en cualquier momento y condición. En segundo lugar, debe usted olvidar todo lo que leyó en Mafalda sobre la sopa.

1 - Coloque la infusión bien caliente en una taza.

2 – Mire el humito que sale de la taza.

3 – Revuelva la sopa aunque no sea necesario.

4 – Después de unos segundos, suelte la cuchara y deje que se siga moviendo producto de la inercia.

5 – Junte sopa en la cuchara y llévela dos centímetros por encima de la altura de la taza.

6 – Acerque la cabeza a la cuchara y sople suavemente dos o tres veces, tratando de no derramar el líquido.

7 – Mire las ondulaciones que se hacen en el líquido que hay sobre la cuchara.

8 – Ponga los labios formando un círculo, como si tuviera un cigarrillo en el centro.

9 – Aspire suavemente la sopa, como si aspirara un fideo largo.

10 – Disfrute de ese zumbido que se genera.

11 – Repita los pasos del 5 al 10 hasta que se acabe la sopa.

viernes, 4 de julio de 2008

Siguió corriendo

No podía sacarse esa idea de la cabeza. Daba vueltas en la cama, se tapaba la cabeza con la almohada, cada tanto gritaba. Sin poder aguantar más se levantó, se puso zapatillas y una campera de jean y salió a buscarla; tenía que hablar con ella. Apenas estuvo afuera sintió una patada de frío en el pecho que lo hizo estremecer. Pensó en abrigarse más, pero no podía perder tiempo. Empezó a correr. Saltó un charco y se tropezó con una baldosa rota, pero siguió corriendo. La imagen le seguía dando vueltas en la cabeza, y cuando se lo imaginaba era peor. ¿Cómo mierda pudo hacer eso? ¿A quién carajo se le ocurre?, decía en voz alta mientras se agarraba de un poste para doblar en la esquina. Soportó la mirada asustada y curiosa del hombre que cerraba el kiosco y siguió corriendo. Ignoró el insulto de un borracho y siguió corriendo. Lo único que iba más rápido que él, eran los latidos de su corazón. Saltó por encima de una rama y siguió corriendo. ¡Pero que hijo de puta!, gritó mientras cruzaba la rotonda. Pateó una lata de cerveza y siguió corriendo. Era una helada noche de invierno y él traspiraba como testigo falso, pero seguía corriendo. Corría y no podía creer lo que había pasado. Asustó a un gato y siguió corriendo.

Por fin llegó a la casa de ella. Tocó el timbre y apoyó las manos en la pared, mientras bajaba la cabeza tratando de recuperar el aliento. Su corazón seguía corriendo, y su cerebro no dejaba de pensar en aquella imagen.

- ¿Quién es? –preguntó su novia por el portero eléctrico.

- Amor, soy yo. Tengo un chisme que contarte.

jueves, 3 de julio de 2008

Cinco palabras

Imagino tu cara, tu mirada de perro abandonado. Hundo mi cara en la almohada fría. No quiero ver nada. Ni el pasado, ni el presente, ni el futuro. Pienso. Recuerdo y quiero pegarme. Busco alternativas vanas, inútiles, para un diálogo que está muerto y que fue asesino. Pienso en un discurso que no dije y recuerdo cinco palabras que se escaparon sin pensar. Imagino tu cara. Tu lágrima patinando por la mejilla me apuñala el corazón marchito. Esa pasa de uva que agoniza en mi pecho abierto por una filosa verborragia sin cerebro. Recuerdo tu espalda y quiero pegarme. Imagino tu lágrima y quiero matarme.

miércoles, 11 de junio de 2008

La víctima soy yo

Ponete en mi lugar. A mi nadie me dijo nada. Si, ya tengo 16 años. Soy grande, ¿y qué? ¿Cómo me lo iba a imaginar? Encima, él se fue. Éramos felices y se fue. No te confundas, acá la víctima soy yo. ¿Acaso vos estás llorando? No. ¿Acaso a vos te duele algo? No. A mi nadie me dijo nada. Nunca. Yo estoy llorando. Yo tengo miedo. Yo soy la víctima. Pero soy libre, ¿sabías? Yo manejo mi vida.

Él se fue. Estoy sola, y vos venís con planteos estúpidos. La víctima soy yo. Y vos tratando de darme clases de abogacía y de moral. Me hablás de religión. ¿Quién te dijo que tenés derecho a vivir? ¿De dónde sacaste esa romántica idea de que sos una persona igual que yo? Yo sufro. Vos no. No sabés lo que es el dolor. Sos un par de células comiendo mi carne, pero se acabó. Ya estoy acostada en esta cama fría. A mi nadie me dijo que esto podía pasar. Ahí viene el doctor. Y la víctima soy yo. Yo voy a llorar encerrada. Yo voy a escuchar tus gritos por el resto de mi vida.

martes, 10 de junio de 2008

Espejo

Gemelo imitador

de baño y ascensor.

Burlesco bufón irreverente

que copias hasta el movimiento de mi mente.

Esclavo hermano que acompaña

cada gesto, cada maña.

¿Sos vos el cautivo del espejo?

¿O soy yo tu simple reflejo?

lunes, 9 de junio de 2008

Mujer obrera se busca

No es difícil ver, mientras se camina por las calles de Nueva Córdoba, a obreros de la construcción piropeando a las mujeres que osan pasar (o pasan deseosas) por el frente de ellos. Importa poco la estación del año. Desde la más desvestida hasta la más abrigada reciben halagos de esos trabajadores. No es condición necesaria ni suficiente ser modelo para ser merecedora de piropos. Cualquier chica que no tenga cinco brazos o tres ojos es acreedora de un grito lleno de tonada y sinceridad. Algunos son románticos, otros un poco más escatológicos, y algunos bordean la grosería. Entiendan mujeres que ya sea que reciban un:

"si usted, señorita, pudiera mirar los ojos enamorados de este señor, entendería al pasar que mi mirada es de amor"

O bien si reciben un: "me gustaría ser pizzero... ¡para partirte en ocho!"

En cualquier caso, esa frase es poesía. Incluso las que carecen de rima o métrica. Esa es la frase de un corazón enamoralzado, o el mero grito de un obrero que busca hacerles saber lo lindas que son y levantarles su alicaída autoestima. Es arte en el sentido más abarcativo de la palabra.

¿Cuándo existirán en este país las mujeres trabajadoras en obras de construcción dispuestas a levantarles el ego a tipos como yo?

miércoles, 28 de mayo de 2008

Yo soy otro pelotudo, y van...

En la siguiente dirección: http://www.youtube.com/watch?v=g6sWDwpBxRQ hay un video del filoso filósofo José Pablo Feinmann. La idea era poner el video para que puedan verlo desde acá, pero no se como pedirle a youtube para que lo haga.

Básicamente, para el que no tenga ganas de verlo, la idea que plantea este tipo es, literalmente, que no hay pelotudo que no tenga un "bloc" (se refiere a blog). Lamento discrepar, pero conozco a muchos pelotudos que no lo tienen. Agrega que la mayoría de los que tienen un blog tienen una pésima prosa. Dice, además, que quienes escriben en uno este medio digital agreden (¿agredo?) con la mala prosa a los que lo leen, y que además les hacen perder el tiempo (eso es culpa de ustedes que vienen a esta página de mierda; yo de eso no me hago responsable).

Finalmente, continúa hablando sobre la Feria del Libro, pero eso no importa al contenido de este escrito, y quizás sea debatido en otra oportunidad.

Es por eso que quiero inaugurar la sección de "pelotudos/as a los/as que me gusta leer". Consiste en links a distintos blogs que me gustan pese a que "me agredan y me hagan perder tiempo leyendo su pésima prosa".

Por otro lado, aprovecho para preguntarme ¿de dónde sacó ese tipo que la gente sólo quiere leer textos sublimes?¿Quién le dijo que el arte sólo puede ser realizado con excelencia porque de lo contrario es agresivo y una pérdida de tiempo?

lunes, 19 de mayo de 2008

Equilibrio

Soy una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre. Para colmo de males, ésa mujer que soy en realidad, es lesbiana. Por lo tanto, me gustan las mujeres. La gente cree que soy un hombre al que le gustan las mujeres, y así mi imagen sigue intacta, y el mundo continúa en equilibrio.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Ajedrez

Entrando a la facultad de Ciencias Económicas vi a dos chicos jugando al ajedrez. Me acerqué despacio, sin hacer ruido, para no desconcentrarlos, y después de ver el tablero durante cinco segundos, dije:

- A3, B5 –y me fui caminando igual que como llegué, pero sonriendo como un idiota e imaginando lo que ellos pensarían de mi.

¿Me habrá hecho caso el que tenía que mover? ¿Habrá tenido la posibilidad de hacerlo? Si movió como yo dije, ¿habrá sido un buen movimiento o le cagué el partido?

Pero por sobre todas las cosas, yo que de ajedrez no sé nada... ¿existe la posibilidad de ese movimiento?

Diario íntimo virtual

Cuando era chico siempre quise tener un diario íntimo, pero nunca lo hice para no ser tildado de “rarito”, en el mejor de los casos. Demasiado tenía ya con ser petiso, usar aparatos y tener carita de bueno... ¿encima iba a tener un diario íntimo? ¡Me mataban! Era como disfrazarme de mujer e ir a golpearle la puerta a Marcelo Mario Sajén; como ser un plato de fideos en Ruanda. Era suicida como caminar con poncho y bombacha de gaucho por la plaza de Mayo. No, definitivamente no podía tener un diario íntimo.

¿Qué hacía? Lo obvio, evidente, lo que cualquier persona con dos dedos de frente hubiera hecho: reprimir todos mis sentimientos, y cagar a trompadas, junto con el resto del curso, al maricón que tenga un diario íntimo. Además, le sacábamos la cartuchera y la tirábamos al ventilador; lo alzábamos humillantemente (yo no lo hacía, pero festejaba la osadía del que sí se animaba); le escondíamos la mochila, etc, etc, etc. ¿Cómo se le ocurría tener un diario íntimo siendo varón? Aclaro, nuevamente, que yo NO tenía uno, quería tenerlo, pero no lo tenía.

Afortunadamente, muchos años después alguien inventó una especie de diario íntimo virtual que no sólo sirve para escribir lo que uno siente, sino que además, todo el mundo puede verlo. ¡Encima está de moda! Igual que ser pelado o gay. El tipo que más minas levante debe ser gay, pelado y con un blog donde cuente su vida privada.

Estas son las pequeñas y dulces revanchas que da la vida. Ya no tengo que reprimirme, no tengo que pegarle a alguien que hace lo que a mi me gustaría hacer, no tengo que llorar durante el recreo encerrado en el baño.

Justo ahora está de moda el blog, y esta es una de esas pequeñas y amargas paradojas de la vida. Justo ahora está de moda, cuando no tengo nada que decir.

domingo, 11 de mayo de 2008

Una de dos

Necesitaba estar solo, así que me fui a caminar por el parque. No había nadie. Era día de semana, a la siesta y hacía bastante frío. Enroscado en pedazos de algodón y lana, paseaba por el medio del parque a paso lento, pensando y mirando los árboles y autos que a lo lejos tiraban humo por el caño de escape. Casi lo mismo hacía yo por la boca, tirando un humito blanco, como si fumara.

En medio de mi soledad, aparecieron dos tipos de unos 25 años, que vinieron a sacarme de mi preciado estado. Uno tenía un gorrito de lana, una campera azul, y como cuatro buzos. El otro, simplemente un sweater y campera de jean.

- Dame la plata y el celular- me dijo el más abrigado de los dos, motivo por el cuál se lo veía más grandote.

- Eh, loco, ¿las dos cosas querés? Mirá –le dije sacando el teléfono-, es un celular sin cámara de fotos, ni mp3. Es medio viejo, está gastado acá atrás. Encima, cuando lo abrís parece una reposera o un diván...

- Basta, flaco, callate la boca y dame la plata y el celular o te rompo...

- Pará, pará pará –lo interrumpí-. Vamos a hacer una cosa; les propongo un juego. Se llevan este celular que están viendo o, chana na nán... la plata de la billetera, pero sin los documentos.

Una trompada en la panza me hizo soltar el celular y el aire. Otra en la cara, me tiró al suelo.

- ¡Qué te hacés el Susana Giménez, che infelíz! –dijo el que parecía más flaco, y agarró mi teléfono.

- ¡Esperá, dejame el chip que lo necesito para trabajar! –imploré antes de que se vayan.

- ¿Qué te crees que nosotros no estamos trabajando? –dijo el más grandote, y me tiró una patada a las costillas, que yo hábilmente intercepté con la rodilla derecha.

Los vi irse trotando como si hicieran gimnasia. Yo desde lo más profundo de mi ser esperaba que los haya visto un policía. O que los atropelle un camión de la basura.

Miré hacia todos lados, buscando a un testigo o a un policía. No había nadie. Me levanté, y cuando me limpiaba un poco la ropa, me di cuenta que todavía tenía la billetera en el bolsillo. Ja, solamente se llevaron el celular, pensé; y decidí que era un buen momento para abandonar el paseo, y volver a mi casa, con los cinco pesos en la billetera.

lunes, 5 de mayo de 2008

Distancia

Primera fila de un teatro casi lleno. Las luces a dos metros sobre de mi cabeza. El escenario a un metro y medio hacia adelante. Los culos de las bailarinas en primer plano. Los culos de los bailarines también, pero me esforzaba por no prestarles atención. Veía como espectador privilegiado ese turgente culo que estaba perfecto, como photoshopeado, y rodeado por moneditas doradas. Solamente veía a la bailarina que estaba en ese momento frente a mí. Era lo único del escenario que podía ver. Para disfrutar de toda la obra tenía que mover la cabeza de un lado a otro, como árbitro de tenis.

Click. Algo hizo click en mi cabeza, y me di cuenta que el teatro es como los problemas: para apreciarlos bien, hay que tener distancia…

Ja. Ni a Bucay se le habría ocurrido esta frase

martes, 15 de abril de 2008

Gerundios oníricos

Empezó una nueva temporada de los ya famosos "....ando por un sueño" de Marcelo Tinelli. Los clásicos gerundios utópicos. Afortunadamente, vamos a tener nuevas muestras de cultura no banalizada, de arte, de una competencia sana (que dicho sea de paso, la competencia siempre viene bien como desafío para mejorar). Vamos a disfrutar de más concursos donde el que gana es el mejor y no el que genera más rating. ¿No están de acuerdo?
Yo tampoco.

martes, 15 de enero de 2008

Enamorado

Caminaba yo cerca de la Plaza España cuando me enamoré de una chica que cruzó una avenida de manera bastante valiente. El semáforo la autorizaba a cruzar, sin embargo la cantidad de autos que doblan a veces no lo permiten. Pero ella cruzó igual, conocía sus derechos, sabía de su prioridad por ser peatón (o peatona) y cruzó. Yo tengo la misma teoría sobre como cruzar la calle. Seguí caminando, yo iba bastante atrás de ella, mientras pensaba que decirle para entablar conversación y decirle que me enamoré de su forma de cruzar la calle. En eso estaba pensando, cuando vi a una chica en auto, en el asiento del acompañante, descalza, con los pies sobre el tablero.... uy, me enamoré de nuevo!