Conoció a una chica en un boliche. Él dijo lo mismo de siempre, lo mismo que él decía siempre. Otra vez fue efectivo. Se gustaron. Se caían bien. Se dieron la mano. Se abrazaron.
- Estoy de novia– le dijo ella.
- No me importa– replicó él.
Se besaron. Sólo unos minutos. Ella se fue. Él se quedo sonriendo. Solo. Como un idiota. Él se quedó pensando. Besó a una chica que estaba de novia. Se sintió mal por eso. Siguió pensando. Se sintió aun peor. La peor persona. Un verdadero estúpido…. No le había pedido el teléfono a la chica. ¡Qué boludo!
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2 comentarios:
Hace mucho que me tenes acostumbrada a estos relatos tan divertidos e interesantes!! ESTA MUY BUENO!! FELICITACIONES FUTURO PERIODISTA!! BESITOS. CONSU
Es verdad, y generalmente los que discuten no saben nada de cultura general.. besitos
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